Cuando no se trata de grandes conflictos con tus hijos e hijas, cuando no es que estalle la situación ni se transforme en desbordamientos continuos (o rabietas). A veces la tensión es simplemente sostenida, cuesta todo, cuesta cambiar el pañal, cuesta que se siente a la mesa a comer, cuesta salir de casa, cuesta que juegue un rato, cuesta que duerma, cuesta, cuesta, cuesta.
Cualquier actividad cotidiana, cualquier actividad que podría ser fácil y placentera se convierte en un momento de tensión sostenida y agotadora. El día a día, lo cotidiano, se vuelve agotador
¿Y por qué sucede? ¿Hay niños difíciles?
No, no hay niños difíciles, lo que a veces sucede es que faltan herramientas, que el adulto se siente inseguro, que no sabe cómo actuar y que se agota cada vez más. A veces se olvida que promover la autonomía en bebés, niños y niñas no es dejarles decidir todo, no es delegar la responsabilidad del adulto esperando que sean guías de sí mismos durante los cuidados cotidianos y en la organización diaria. Entonces los mensajes se vuelven confusos, se diluyen las referencias, se pierde el sostén asegurador y se pierde el infante en sus propios impulsos.
La tensión sostenida y cotidiana no es lo «normal», no es tu hijo/a que es «difícil» o es muy «autónomo», la autonomía no es eso ni le hacemos ningún favor esperando algo que no les corresponde (se vuelve una carga también para el infante). Se puede hacer de otra forma, puedes tener días plácidos y tranquilos, no hace falta que cada actividad acabe en una situación agotadora.
Empecemos por comprender qué le corresponde al adulto y qué le corresponde al infante, cuál es el papel de cada uno y qué implica una verdadera autonomía. Una base clara es comprender que durante el juego (actividad autónoma) el infante es su propio guía (decide a qué juega, cómo, con qué, durante cuánto rato y en qué posición), pero durante los cuidados cotidianos el guía es el adulto y asume su responsabilidad de cuidado.
Comprender esta base puede ser el inicio del fin de esta tensión sostenida y tan agotadora en muchas familias que buscan una crianza desde el respeto.
Ánimo ❤