El cambio de pañal y el vestir y desvestir al bebé y niño pequeño es uno de esos momentos que más de cabeza traen a padres y madres. Los bebés y niños pequeños lloran, hacen fuerza, huyen y otras tantas estrategias de resistencia ante uno de los actos que más problemas traen en la vida vida cotidiana de cualquier familia.
Personalmente siempre he insistido en que es mucho más fácil realizar este proceso con éxito en una escuela o institución que en el hogar ¿Los motivos? Cuando el cambio de pañal implica un momento privilegiado de intimidad y lo que tienes es un grupo al cargo, este momento íntimo es anhelado por la mayor parte de los infantes. Cuando solo tienes uno o dos o tres hijos, los momento íntimos no se reducen a los momentos de cuidados cotidianos como el pañal el vestirse o el bañarse, es algo que ya a puntábamos en Movimiento libre y vida cotidiana ¿Por dónde empiezo?
En otras ocasiones estos momentos de intimidad son el momento en el que el bebé o niño/a pequeño aprovecha para expresare su frustración al adulto cuidador por motivos externos al cambio de pañal. Puede ser el momento en el que el bebé se revuelve porqué echa de menos a su madre durante todas las horas que pasa en el jardín de infancia o cuidado por los abuelos o (rellenar aquí al gusto).
Sea como sea, el momento de cambio de pañal es perfecto para establecer formas de comunicación positivas y que nuestros hijos/as se sientan cuidados y atendidos en un marco seguro en el que se lo escucha y se lo valora como ser competente y en desarrollo de sus capacidades.
En definitiva, el momento del cambio de pañal (como el vestirse o bañarse) es un momento para el CUIDADO en mayúsculas, ¿pero qué entendemos por cuidado? En palabras de Anna Tardos, se puede resumir en:
- descubrir el ritmo y las necesidades individuales del bebé y organizar las atenciones en relación a este ritmo y a estas necesidades;
- organizar el espacio de actividad libre durante los tiempos de vigilia activa;
- asegurar las atenciones corporales.
Podríamos decir que este es el marco en el que el bebé encuentra un lugar seguro para el desarrollo de todas sus potencialidades. Desde esta mirada comprendemos siempre al bebé y al niño/a pequeño desde la confianza y el apoyo a sus capacidades, de otra forma cualquier cosa que pueda decir aquí pierde el sentido y se vuelve vacía.
EL PAPEL DEL ADULTO
Durante el cambio de pañal y los cuidados cotidianos el adulto ocupa una posición central y es quién marca los objetivos a seguir a diferencia de los momentos de movimiento libre y actividad espontánea, donde es el bebé y niño pequeño el que desarrolla sus propios proyectos y se guía por propia voluntad.
La misma Anna Tardos en Les atencions corporals a Loczy, señala (la traducción es mía):
Durante la atención, el adulto es el que guía la situación en función del objetivo que persigue y, aunque respeta y utiliza la actividad espontánea y la gestualidad del infante, prepara a este hacia la realización del objetivo que se quiere. En el juego, el infante se enfrenta a los límites que vienen de los objetos inanimados, mientras que aquí los límites son señalados por el adulto.
Por lo tanto es el adulto el que va a ejercer su responsabilidad y su autoridad, es el momento de actuar y guiar al bebé, de mostrarle cómo en este diálogo respetamos sus tiempo y sus necesidades, mostrarle como es escuchado y responder en consecuencia, pero a su vez es el momento de decir: soy quién te cuida, soy responsable y ahora esto (el cambio de pañal) es importante, es algo que tengo que decidir yo porqué te quiero y me importas. Lo vamos a hacer juntos.
PROPUESTAS Y HERRAMIENTAS
- Popa fácil de poner y sacar, que facilite la tarea y no nos fuerce a colocar al bebé en posturas incómodas (para bebés pequeños recomendamos ropa que no se coloque por la cabeza).
- No levantarle el culo agarrado por los pies como un conejo. Miraremos de que pueda mantener en todo momento una postura relajada y que quede bien apoyado sobre la superficie. Es preferible girarlo suavemente de lado para llegar a la espalda.
- Tocarlo con cuidado y con movimientos suaves.
- Mantenernos tranquilos/as aunque llore. No acelerarnos ante el llanto ni mirar de acabar antes, esto solo producirá estrés y brsuquedad, el mensaje que le estaremos mandando no será de calma y seguridad.
- Anticipar y describir en todo momento lo que estamos realizando y aquello que esperamos del bebé: ¿me das la pierna para que la pase por el pantalón?; ahora te limpiaré el culete y notarás la esponja mojada, quizá algo fría; ¿quieres darte la vuelta? de acuerdo; etc.
- El diálogo no es solo verbal, también se establece a través de la mirada, las respuestas gestuales y corporales, los sonidos y los tonos.
- No tener prisa. Estar abiertos a los momentos de pausa, relajación y hasta de ensimismamiento.
- En todo momento vamos a respetar su necesidad de movimiento y miraremos de cambiarle el pañal en la posición que prefiera, si no nos es posible, se lo explicaremos y le pediremos su colaboración.
- La colaboración se pide y se promueve, pero en ningún momento se exige ni se fuerza.
- En el momento en el que se sostiene de pie sin dificultad se puede cambiar el pañal o vestirlo en esta posición. Esto facilitará su colaboración.
- En ningún caso distraer al bebé con los objetos destinados a su cuidado ni con ningún otro durante los cuidados cotidianos, se los podemos ofrecer para que los conozcan y exploren y pedir su colaboración, pero no son juguetes. Es importante que la atención esté centrada en lo que está ocurriendo, no fuera de lo que está ocurriendo.
- Mirar de cambiarlo siempre en el mismo lugar y en el mismo orden de acciones, de forma que se genere un marco seguro y el infante pueda anticipar las siguientes acciones.
- Cambiarlo una vez tenga sus necesidades básicas satisfechas. Si lo cambiamos con hambre o sueño va a ser más difícil que pueda disfrutar y participar de este momento.
- Si lo van a cambiar adultos distintos mirar establecer un mínimo de coherencia entre cada uno de ellos para que el infante siga sintiéndose dentro de este marco de seguridad.
EL CAMBIADOR DE LOCZY, ¿QUÉ SENTIDO TIENE?
El famoso cambiador de Loczy es un mueble con una función muy específica que mira de dar respuesta a la idea de que el bebé y niño/pequeño es un sujeto activo, capaz de desarrollarse desde el despliegue de sus capacidades.
El Cambiador Pikler por sus dimensiones y diseño, permite que el infante se mueva sin problemas, escoja si quiere estar estirado o de pie y a su vez limita el espacio para la actividad que estamos realizando. Aquí no solo el adulto marca los límites y los objetivos, también es el mobiliario el que de alguna forma dice: te puedes mover, puedes participar pero no te puedes ir, ahora el momento es éste.
De esta forma el «cambiador Pikler» funciona perfectamente en la promoción del diálogo y la autonomía en el cambio de pañal, así como facilita la tarea del adulto.
¿Y EN CASA?
En casa cada familia debe valorar si puede desembolsar el gran gasto que supone, pero no adquirirlo tampoco implica que tengamos que seguir cambiándolos en espacios estrechos y que permiten poca movilidad. Podemos preparan un rincón de casa, aprovechar una cuna que no usemos o simplemente mirar de llevar a cabo las propuestas dadas más arriba con las posibilidades que tengamos a disposición. Entre el clásico cambiador minúsculo que solo da respuesta a bebés chiquititos y un cambiador Pikler hay un amplio abanico de posibilidades. Lo dejo a vuestra imaginación y creatividad 😉
Y TODO ESTO ¿PARA QUÉ?
El objetivo por el que habréis llegado aquí la mayoría será buscando la solución al eterno conflicto del cambio de pañal, que no es poca cosa, pero si desgranamos esta necesidad de infante y adulto ¿qué encontramos?
- Un infante que aprende a conocer su cuerpo y se va a hacer cada vez más consciente de él.
- Un infante que va a aprender toda una serie de habilidades culturales de forma progresiva.
- Un infante que va a ir afinando sus capacidades motrices.
- Un infante que se va a comunicar de distintas maneras y a recibir distintas informaciones a través del diálogo con el adulto.
- Un infante que se va a poder establecer relaciones afectivas de calidad en las que va a poder aprender de los propios límites y los externos en este diálogo con el Otro.
- Un infante que va a poder desarrollar el habla de forma globalizadora y significativa.
- Un infante tranquilo y participativo que colabora de forma activa en su propio cuidado.
- Un infante que se siente seguro, valorado, apoyado, competente y con capacidad para la autonomía.
- Un infante que va a poder desarrollar su personalidad de forma armónica y equilibrada.
LAS POTENCIAS
Como acostumbro a insistir, la clave de todo este asunto es ir al fondo de la cuestión e ir poco a poco formando nuestra mirada para ir también poco a poco cambiando nuestras formas de hacer, la forma en la que miramos a nuestros hijos, la forma en la que les tocamos, la forma en la que les cambiamos el pañal o aquello que esperamos de ellos y ellas.
No se trata de hacerlo perfecto, no somos profesionales, somos sus madres, sus padre o sus abuelos, somos esas personas que queremos tener relaciones amables con nuestros hijos, que queremos sentirnos a gusto con nuestros actos y que ellos y ellas puedan crecer desplegando sus potencias con alegría.
Desde que nacen hasta que se empiezan a ir a orinal por sí mismos aún pasaran unos años, igual que hasta que se vistan solos o decidan ir a la ducha o al baño por sí mismos y sin ayuda. Todos estos momentos cotidianos van a marcar de forma significativa la imagen que se van a generar de sí mismos. Tengamos cuidado, aprendamos de los errores y planteémonos cada vez como una oportunidad.
Bibliografía
Anna Tardos. Les atencions corporals a Loczy. Dentro de La conquesta de l’autonomia, Judit Falk (ed). Rosa Sensat, Barcelona, 2004.
Judit Falck y Mária Majoros. Las primeras semanas del bebé. Octaedro-Rosa Sensat, Barcelona, 2002.
Chantal de Truchis. El despertar al mundo de tu bebé. el niño como protagonista de su desarrollo. Espasa Libros, Barcelona, 2010.
Anna Tardos (ed.) La socialització a l’escola bressol. Rosa Sensat, Barcelona, 2013.
Pikler-Loczy Euskal Herriko Elkartea. Cambiador Pikler.