¿No has usado nunca cochecito?

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Cuántas veces habré escuchado la misma pregunta o una parecida. ¿Y cómo lo hacéis? ¿No te pesa? ¿Dónde llevas las cosas?

Quiero dedicar este post a un buen amigo que ha sido padre hace unos meses y que el otro día me hacía esta misma pregunta ¿No has usado nunca cochecito? Y como no soy partidaria de decirle a la gente lo que es mejor para ellos, he pensado que podía estar bien contar simplemente nuestra experiencia como familia porteadora intentando a su vez responder a estas preguntas.

Cuando empecé a portear, a los pocos días de nacer Greta, no tenía ni idea de que esto se iba a convertir en un estilo de vida. Ya conté en Porteo ergonómico y maduración psicomotora que descubrí el porteo con 18 años en un viaje a Guatemala con mi madre, mi regalo de la mayoría de edad. Allí pude ver bebés tranquilos, que prácticamente no lloraban y a madres tranquilas con sus bebés a la espalda y que podían seguir realizando las tareas que les requería su vida cotidiana.

Así que antes de nacer ya tenía claro que iba a portearla, aunque aún no sabía ni cómo ni cuanto. Durante el embarazo Ivan y yo hicimos un taller de iniciación, de estos en los que te enseñan diferentes portabebés ergonómicos, su uso y la «edad adecuada». El taller cojeaba en algunos aspectos pero nos sirvió para acabar de convencernos de que el porteo era lo que queríamos.

wpid-picsart_1444605354150.jpgNuestro primer portabebé fue una bandolera confeccionada por miscanguritos de algodón 100% y una segunda que cosió mi suegra con el modelo de la primera (un sencillo plegado Sakura). Aunque nuestra intención era portear no sabíamos cómo iba a resultar así que preferimos hacer una inversión pequeña.

wpid-picsart_1444605070946.jpgTambién para el cochecito hicimos una inversión mínima. Al principio pensamos que lo mejor era ni comprarlo, Ivan estaba convencido, pero a mi me entraron todas las dudas esas de ¿qué voy a hacer sin cochecito? Si todo el mundo tiene uno por algo será… Esa idea se mantuvo tiempo en mi cabeza. Por suerte encontramos uno muy sencillo que nos costó poco más de 200 euros y que empezó a morir del asco en el despacho (solo lo usaba el gato que aprendió a deslizarse bajo la sábana que lo tapaba y se echó sus buenas siestas en el capazo).

Un año tardamos en darnos cuenta de que no le íbamos a dar ningún uso, 70 euros fue lo que conseguimos vendiéndolo de segunda mano y no sé decirte cuál exactamente, pero seguramente ese dinero sirvió para engrosar nuestra pequeña colección de fulares, bandoleras y otros portabebés.

wpid-picsart_1444604731970.jpgLa cosa es que a medida que pasaban los días más me/nos gustaba portear. Greta era una niña de muchos brazos y entre eso y el pecho a demanda (que los primeros meses es muy intensivo) el porteo fue una bendición. El comentario era siempre: ¡Esta niña nunca llora! Y así era.

Pero no solo era su tranquilidad y la nuestra, nos empezamos a dar cuenta que la relación con Greta se iba constituyendo en base a estar siempre a nuestra altura e involucrada en nuestras actividades y conversaciones. No se perdió nunca nada de lo que ocurría, su conocimiento y relación con el espacio publico ha estado siempre marcado por este hecho, no voy a decir que eso sea mejor que otra cosa, pero sí para nosotros ha sido muy importante poder mostrarle el mundo de esta forma.

wpid-picsart_1444604532097.jpgAsí nuestra colección de portabebés fue aumentando. Empezamos con la bandolera, luego un fular elástico que duró muy poco, lo justo para perderle el miedo a las telas y para convencerme de adquirir nuestro primer fular tejido. Ahí despegamos cómo familia porteadora.

De porteo intensivo a formarme como Asesora Continuum es todo un viaje.

¿Cómo salimos de casa?

esperando el trenCon lo justo. Cuando era bebé, una muda de ropa, un par o tres pañales y una toalla pequeña de cambiador (para mullido ya está el fular). Ah, y un poco de Cebenín (una especie de compresa de algodón que usábamos para limpiarle el culete con un poquito de agua) y la botella de agua, claro. Tenemos el mismo neceser para las cosas de Greta desde nació. Todo esto, más mi monedero, llaves y móvil, cabe en un bolso tipo «tote bag» y si es un simple paseo con una riñonera o un bolsito tenemos y teníamos de sobras.

Además, entre el pecho y que luego hicimos Baby Lead Weaning (os dejo a Eva Hache con Calleja), no hemos necesitado nada más. Bueno ahora llevamos muñecas, libros, playmobils, cubos y palas, la bici… Pero intentamos que sea una cosa cada vez y ya no llevamos pañales.

wpid-picsart_1444604642506.jpgEn cuanto a nuestra movilidad el porteo también nos ha ofrecido el poder olvidarnos de barreras arquitectónicas, moverse libremente sin el cochecito es una maravilla, nos da igual que haya escaleras o un suelo empedrado. Ivan y yo somos muy de salir a la calle a deambular y sé que con un cochecito nunca hubiese sido lo mismo. Para ir a comprar, depende, o me llevo una bolsa de rafia o el carro.

wpid-picsart_1444605304543.jpgCabe decir también que somos muy del Movimiento Libre, así que cuando se cansaba de brazos siempre había algún lugar dónde dejarla moverse libremente, y de más chiquitina el fular servía de «mantita» para colocarla encima.

Ahora con 29 meses nos pasa al revés, disfruta caminando y la porteamos a ratos cuando quiere teta, está cansada o necesitamos ir directos a algún lugar.

¿Y no te pesa?

Pesar, pesa, claro. Pero no me duele la espalda (os recomiendo efusivamente este vídeo).

wpid-picsart_1444607592710.jpgCuando porteas desde el primer día, el cuerpo, espalda y abdomen sobre todo, se va fortaleciendo. En su mayoría, las familias porteadoras no sufren de la espalda aún con distintas patologías. Imprescindible porteo ergonómico y un portabebé adecuado a nuestras necesidades, claro.

Además, pensad que normalmente a medida que van pesando más también están más desarrollados a nivel motor y necesitan menos porteo. A Greta la debo portear últimamente una media de entre 15 minutos y 1 hora diarias. Cuando era un bebé, podía pasarme el día fuera y portear un montón de horas con solo unas pocas paradas.

La cuestión estética.

wpid-picsart_1444605148933.jpgNo puedo obviar que llevar a mi hija en un fular me ha parecido siempre favorecedor, me he visto guapa y llevando un estilo de vida con el que me siento muy a gusto. Creo que eso es imprescindible, que la imagen que te devuelven espejos y aparadores sea la que te gusta. Que te veas guapa, dedicar un tiempo en escoger ese fular o portabebés con el que te sientas a gusto.

Da igual que tengas uno o tropecientos, se trata de que portear a tus hijos es algo muy potente que va a configurar tu imagen y tu estilo de vida mientras dure, así que creo importante que cuando te mires al espejo, poder decir: ¡Sí, esto es lo que quiero!

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La ética también se manifiesta a través de la estética, eso no se puede olvidar y a eso me refiero cuando digo que portear a nuestros hijos forma parte de una imagen tan potente (hacía nuestros propios hijos, hacía el mundo y hacía nosotras mismas) que esa misma imagen debe hacernos sentir favorecidas (en el más amplio sentido de la palabra).

wpid-picsart_1444607458585.jpgSi estás empezando a portear o aún te lo estás pensando, que sepas que o lo haces de forma muy esporádica o seguramente te va a transformar. Portear forma parte de un estilo de vida y de una forma de crianza que trasciende en las relaciones con una potencia maravillosa.

Un fular es como un papel de regalo, envuelve una forma de atención a tus hijos, una mirada, una forma de relación con el mundo y hasta una forma de entender la propia identidad.

Que conste aquí que no tengo nada en contra de los cochecitos en sí, simplemente que a nosotros nos gusta el porteo y todo lo que nos a ofrecido y nos sigue ofreciendo, lo tangible y lo intangible.

Y no, no hemos usado nunca cochecito ni nos ha hecho falta hasta el momento. ¿Será lo mismo con dos o tres hermanos? No lo sé.

¿Quieres contarnos tu experiencia?

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Romina Perez Toldi
Romina Perez Toldi
¡Hola! Soy Romina Perez Toldi, pedagoga especializada en primera infancia. Trabajo con familias y profesionales para una cultura de la infancia emancipada, un acompañamiento cuidadoso y unas relaciones de calidad desde las que todos podamos crecer en armonía y encontrar nuestro lugar en el mundo.

16 comentarios en «¿No has usado nunca cochecito?»

  1. Me gusta mucho portear aunque al ser fumadora y hacerlo solo al salir a la calle no puedo portear solamente y necesito el cochecito.
    En el momento de decidirme me decante por una mochila manduca porque aunque no era lo mas adecuado para recien nacidos los foulares me daban miedo no atarlos bien y que la nena se me cayera… Fue un error… Seguramente porque aunque con la mochila siempre hemos ido muy bien, realmente se volvio mucha mas comoda cuando la peque hizo los siete u ocho meses. Y aunque de momento solo pesa unos 13 kg cuando la llevo bien colocada ni me pesa ni me duele la espalda.
    En definitiva, que nosotras combinamos el cochecito con la mochila, siendo la nena quien decide que prefiere, normalmente pide mochila cuando quiere teta, dormirse, mimitos etc y el cochecito cuando quiere moverse mas libremente, cantar con coreografias o comprar en el super poniendo la comida en el cesto…

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  2. A nosotros nos pasó un poco lo mismo, el porteo nos cambio absolutamente la vida, la forma de concebir la maternidad y nos abrió una nueva mirada el mundo. Porteamos desde el principio y también Èlia fue una bebé que siempre ha llamado la atención por no llorar. Sabemos que ver el mundo desde la seguridad ha marcado y marcará su personalidad y su modo de afrontar la vida.
    Su motricidad ha sido libre y ahora con 16 meses ya plenamente autónoma en el caminar prefiere explorar mundo y el porteo se reduce sólo a esos momentos de fragilidad, hambre, sueño o necesidad de contacto con mamá o papá.
    Muchas son los interrogatorios a los que nos hemos visto sometidos por la calle, como los que tu comentas.
    Pero cuando a tu familia le funciona y ves que es lo mejor, para qué más.
    Hace unos meses pregunté a un grupo de crianza por la silla plegable de paseo, no teníamos ninguna intención de comprarla, pero la respuesta fue rotunda, sí para cuando se cansan. Me alucina ver niños de 4 años esparrangaos en las sillitas, yo siempre pensé meterla en la mochila ergo o en la bandolera. Ahora nos han regalado una, y me temo que al igual que la primera quedará para el estudio antropológico y fosilizada.
    Gracias por compartir

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  3. Es genial que porteases desde el principio y es bastante usual que los fulares den respeto, no tenemos casi referencias de porteo… A ver si entre todos lo podemos ir normalizando y se convierte en algo sencillo para futuras generaciones 😉 Muchas gracias por compartir tu historia.

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  4. Me encanta portear, tengo un fular y un canguro ergonomico, pero tengo mellizos y aunque a ellos les encanta, no logro cargarlos a los 2 juntos. Hay alguna manera de cargar a los 2 al mismo tiempo?

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  5. Yo creo que parte de la «crianza con apego » es responder a las necesidades de los niños. Al bebé le gusta estar a upa o porteado? portealo. Le gusta el cochecito? Llevalo en el cochecito!. A haidar (el más grande ) nunca lo portee, no sabía del mundo de los fulares y además él iba muy a gusto en el cochecito! . Con yawad (el del medio ) descubrí el mundo de la crianza en brazos, el tipo odiaba el cochecito…mejor dicho «aguantaba » al principio pero cuando ya se paraba (como a los 8 meses) empezó a querer tirarse del carro y era todo un stress! Yo atajandolo, atajando al hermano y empujando el carro… así que me compré un mei tai y así me iba a buscar al más grande al jardín peeeerooo mi hijo era medio gata flora ja ja porque a él le gustaba estar a upa pero no le hacía gracia estar tan pegados, unidos por una tela así que cuando caminó (a los 10 meses) ya iba de la mano y algunas veces en el cochecito con su hermano… justo antes de mudarnos de país (soy argentina y ahora vivimos en irán) se me rompió y me compre otro barato (malisima calidad ) que es el que tengo ahora con Fátima pero casi no lo usa, primero porque es armatoste, segundo porque los vecinitos (lpm) lo agarraron varias veces para jugar y lo rompieron todo y aveces se desarma o se traba, tercero porque casi siempre que salimos tomamos combi o taxi compartido y no podemos subir con nada grande y cuarto porque las dos últimas veces que lo usé se paró y casi se cae… en casa tengo un pouch que me hice, ahora ya tengo toda la tela cortada para hacerme una mochila ergonómicas (me falta conseguir los ganchos y las tiras) y creo que si funciona le diremos chau al cochecito,porque en el caso de Fátima no está siendo de ayuda…

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    • Completamente de acuerdo en que lo primordial es responder a las necesidades de nuestros hijos, aunque a veces tengamos que hacer un poco de ensayo-error e ir probando hasta que encontramos la manera que mejor se adecua a nuestras necesidades… Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. Un abrazo.

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    • Es genial lo que cuentas Sofía. Ciertamente nuestra tarea es responder a las necesidades de nuestros hijos. Cuando tengas la mochila nos la puedes enseñar si quieres… Así igual se animan otras familias a hacerse sus propio portabebés. Me da mucha envidia las que tenéis mano para coser. me encanta!

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  6. Yo descubri el porteo ergonomico despues de bastantes brazos (tuve una colgona por ignorancia y en nada nos dejo de «servir» pero mi hija seguia necesitando estar pegadita a nosotros). El carrito para bebes fue un carro estupendo para cargar la compra o cosas similares cuando lo sacabamos.
    Con mi segunda y tercera hija aumente mis opciones y aprendí mucho más sobre porteo ergonomico. Ya lo disfrute mucho con la mayor pero cuando la familia aumento descubrí aun más ventajas del porteo. Poder seguir atendiendo a las mayores mientras las peques me tenian tambien para ella hizo mucho más fácil para toda la familia la transición en cada aumento del numero de miembros que la componiamos.
    Hemos podido visitar muchos sitios que con un cochecito habrían sido dificiles e incluso imposibles.
    Y desde luego me cambio mi forma de ver y sentir la maternidad y la imagen de mi misma como madre que he proyectado en mi entorno me encanta.

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    • Gracias Helena por contarnos vuestra experiencia con el porteo, a ver si poco a poco se puede ir «normalizando». Comparto contigo eso de que el porteo transforma nuestra forma de sentir la maternidad y la imagen que proyectamos de nosotras mismas. Porteo power! 😉

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  7. Pingback: Guía para abuel@s
  8. Hola, mi hija tiene 16 meses y amo portearla, pero solo uso el fular elastico, y comienza ya a dolerme la espalda…Deberia usar otra cosa? La verdad es que yo me siento mas libre cuando la porteo pero no se que deberia usar ahora!
    Gracias

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  9. Hola yo portee al mayor mucho tiempo de hecho hoy con cinco años lo hice. Estaba malo cansado y necesitaba mimos. Yo lo tenía que llevar de casa los abuelos a nuestra casa y porteando lo sentí que le daba lo qe necesitaba. El estaba feliz amoroso y creo que tan cerca como cuando era bebe. Y lo mejor que el hermano de 16 meses iba porteado delante, acariciando y dando besitos a su hermano que etaba atrás. Le reía y me miraba feliz.
    La espalda 0 dolor. El corazón, lleno

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  10. Llego tarde… pero quería aportar, por si sirviese de algo.
    Nosotros somos porteadores y yo de las que hago de rrpp en mi zona. Como bien dices, es una forma de vida, de interactuar con tus criaturas y de acercarles al mundo… fular semielastico, tejido, meitai, bandolera y mochila toddler son nuestros aliados.
    Yo soy MUY chiquita, de estas mujeres de bolsillo, y tengo unos hijos grandes, muy grandes. Y lesiones en la espalda por traumatismos no curados a tiempo. Y sí, me duele la espalda. Siempre. Y sí, porteo, y me duele igual… porque mi niño mayor es muy demandante (si ya sabes a qué me refiero) y siempre quiere brazos y tétanos y posturas imposibles… porque también es el epítome de la comodidad, y además de tenaz es muy fuerte…
    En mi caso sí puedo decir que la espalda duele,pero no es por el porteo,sino por los sube-baja, teta colgante malabarista… falta de ejercicio (ejem ejem)
    Así que también tenemos un precioso carro todo terreno, regalo caro carisimo, igualmente de bien amortizado que los porteos, ya que desde que descubrió que porteado se quedaba dormido empezó a pedir carro para observar el mundo más tiempo y meterle entre telas era como escaldarlo vivo :’)
    Así que con el segundo vamos a seguir probando,cada niño es un mundo, sólo queremos que sean felices y atenderles como más seguros puedan sentirse y estar… y mamá y papá son lo más seguro que tienen 🙂
    Gracias por tu blog! Feliz día!

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