Acostumbro a decir que el porteo es ese compromiso al que han llegado madre (o cuidador) y bebé. El bebé para sentir todas sus necesidades cubiertas y la madre para poder realizar las actividades de la vida cotidiana.
Cómo cualquier otra madre porteadora tuve que enfrentarme a la tarea de distinguir lo que era un portabébé ergonómico de lo que no lo era. Para mi 18 cumpleaños mi madre me regaló un viaje a Guatemala, allí descubrí el porteo y sus maravillas. Niños tranquilos que prácticamente no lloraban y madres que podían hacer casi de todo. Quizá esa imagen retenida en mi memoria fue la que me salvó de caer en una «colgona» tipo BabyBjörn y por contra lanzarme directamente a las telas.
Así que buscando por las redes (no tenía a quién preguntar) di con Red Canguro y Nohemí Hervada, mis primeras maestras en esto del porteo.
Y aquí llegamos al grueso del asunto ¿cómo distinguir si el portabebé que queremos comprar o que nos gusta es ergonómico?
Según la Asociación Española de Ergonomía, «la ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar».
Por lo tanto podemos decir que un Portabebé Ergonómico es aquel en que se reúnen todos los conocimientos multidisciplinares que hacen de éste la forma más óptima para cargar con nuestro bébe, tanto para el porteador como para el porteado.
De aquí se puede deducir que no existe un mejor portabebé para todos los bebés y sus familias. Es importante valorar todas la necesidades especiales de cada infante y cada familia, así como conocer el uso y la intensidad del porteo. Por eso siempre decimos que ante la duda lo mejor es contratar una asesora de porteo, que no es más que una persona que conoce en profundidad el mundo del porteo y puede acompañarte en la búsqueda de la solución más óptima..
Para empezar vamos a olvidarnos de todo lo que se parezca a esto:

No usaremos un portabebé que deje al bebé o niño/a «colgado» o con refuerzos que no permitan una posición fisiológica natural. Así como artefactos en los que el bebé no vaya «pegado» al cuerpo del porteador.
También vamos a olvidarnos de llevar al bebé o niño/a «cara al mundo», si necesita un mayor campo de visión existen formas óptimas de llevarlos a la cadera y/o la espalda que ampliarán su campo de visión sin ver comprometida la salud de nuestros hijos. Un bebé «cara al mundo» no tiene opción a resguardarse en el adulto, puede resultar estresado, sobreestimulado y se pierde la posición fisiológica así como la ergonomía para porteado y porteador.
A partir de aquí y bajo esta premisa de no existir una solución única para cada caso, voy a dar algunas claves generales a tener en cuenta en el momento de escoger un portabebé y colocar a nuestros hijos/as en él.
– En el bebé: Va a recoger al bebe y/o niño/a de corva a corva (la parte posterior de las rodillas), así como su espalda, irá bien pegado al adulto y tendrá la posibilidad de recoger su cabeza cuando se quede dormido. Así mismo va a respetar la fisiología natural y el momento madurativo en el que se encuentre de su desarrollo psicomotor y tendrá en cuenta las necesidades de porteo especiales en caso de patologías concretas en el porteado/a.
– En el porteador: Va a respetar la fisiología del adulto, favorecerá una correcta y equilibrada postura al caminar, repartirá el peso en distintas zonas del cuerpo, minimizará el desplazamiento propio del centro de gravedad al cargar peso y ofrecerá opciones lo menos hiperpresivas posibles para el cuerpo femenino, sobre todo después del parto y especialmente en cesáreas. Igualmente tendrá en cuenta las necesidades de porteo especiales en caso de patologías concretas en el porteador/a.
La fisiología varía a medida que se crece:


Por lo tanto vamos a tener en cuenta la fisiología natural y madurativa (los meses de la ilustración son muy aproximados y mi enfoque se centra en la cuestión madurativa) de los bebés y niño/as en el momento de escoger el portabebé. Recordemos que un portabebé ergonómico puede dejar de serlo si le damos un uso inadecuado.
- Recién nacido:
El recién nacido no es capaz de sostenerse por sí mismo, ni la cabeza ni en posición sentada. Nace con un tono muscular predominantemente en flexión (son como una bolita) y necesitará de toda una serie de ejercicios que por sí mismo realizará de forma espontánea para ir aumentando el tono muscular en extensión. Ese es un proceso que puede durar largas semanas y que es importante no forzar.

Así, el recién nacido necesita un portabebés que lo envuelva completamente respetando esta postura fisiológica en flexión, que no fuerce la apertura de las caderas y recoja su cabeza. Debe ser un portabebé que permita un ajuste punto por punto. Lo que se conoce comúnmente en el mundo del porteo por columna en C (cifosis) y las rodillas más altas que el culete sin forzar la apertura.
A medida que su capacidad psicomotora madura irán poco a poco abriendo las caderas hasta alcanzar la famosa posición ranita y lo comúnmente conocido como piernas en M.

En esta última foto podemos ver un bebé de unos 3 o 4 meses con la cadera en posición ranita o M y una columna en C (o cifosis) que empieza a perderse cuando sostienen cada vez mejor y por más rato la cabeza así como empiezan a voltearse (volveremos a ver la columna en C cuando vayan relajados/as).
A medida que su sistema psicomotor madure el bebé nos pedirá más libertad de movimiento y seguramente de visión. Esto es algo a lo que tendremos que prestar atención y que suele ser causa de «incomodidad» en el bebé porteado. Tampoco debemos adelantarnos, ya que los tiempos son diversos en cada caso, se trata simplemente de estar atentos/as a este tipo de necesidades.
Ejemplos óptimos de portabebé en recién nacido: Fular tejido, fular elástico o semi y bandolera de anillas.
Los reductores para recién nacidos de la mayoría de mochilas están completamente desaconsejados ya que no respetan esta postura fisiológica de la que hablamos ni permiten un ajuste punto por punto.
En bebés prematuros fular tejido o bandolera de tela de fular tejido. Contrariamente a lo que se venía recomendando, se desaconseja el uso de tejidos elásticos, ya que no ofrecen el soporte y el ajuste necesario que se necesitan dada la inmadurez psicomotora. Además tienden a hacer efecto rebote.
Existen algunos mei-tai evolutivos y mochilas evolutivas que se pueden usar desde el nacimiento en nacidos a término y otros para lo que es mejor esperar hasta los 3 o 4 meses. Una vez se dan la vuelta por sí mismos, cuando exista una mayor maduración muscular que otorgue fuerza y tono muscular en extensión. El caso de mei-tais y mochilas evolutivas requiere de una valoración mucho más ajustada a cada necesidad particular.
- Una vez se sientan por sí mismos:
Un bebé que ya se sienta por sí mismo (que no es lo mismo que haber sido sentado por el adulto) dispone de una maduración piscomotora que le permite sostener erguida su espalda durante ratos cada vez más largos y a su vez sostiene perfectamente la cabeza. La columna en forma de C se ha perdido casi por completo y seguramente solo la veamos cuando van dormidos o muy relajados en el portabebé.
Portabebés que ya se pueden usar además de los ya nombrados: Todo tipo de mochilas y mei-tais, siempre que el panel en su parte baja llegue de corva a corva y recoja su espalda. Sigue siendo necesario sostener su cabeza cuando se duermen.

También podemos introducir eso que llamamos ayuda brazos, que son portabebés que solo sostienen el culete pero no dan soporte a la espalda. Tipo Tonga, Suppori, etc. Pero sigo sin recomendarlos para ratos largos, tanto por la salud postural del porteador como la del porteado. Los asientos de cadera o «hip seat», personalmente, los dejaría para cuando empiezan a caminar ya que aún dan menos sostén y no se consigue una posición de las piernas en M (significan más una ayuda para el porteador que para el niño/a).
- Al empezar a caminar y/o Toddlers:
Aquí suele empezar la época del sube-baja (ahora camino, ahora brazos) y muchas madres acostumbran a hablar de crisis de porteo, niños y niñas que huyen cuando ven el portabebé. Solo quieren caminar y moverse libremente. No podemos olvidar que el caminar es un gran hito en nuestra biografía y nos ofrece todo un nuevo mundo de posibilidades.
Cuando hablamos de niños que han empezado a caminar por sí mismos y sin intervención, al portearlos podremos ver que la columna en forma de C y las caderas en M han desaparecido casi por completo y se aprecian en contadas ocasiones de relajación. Sigue siendo conveniente mantener las rodillas un poco más elevadas que el culete, de forma que la tela del portabebé no presione en las corvas. También siguen siendo necesario disponer de medios para sujetar la cabeza cuando se duermen, aunque a partir de los 2 o 3 años eso pasará en contadas ocasiones.
Los portabebés con soporte: Ahora ya podemos usar cualquier portabebé ergonómico sin problemas, el que queramos o el que se dejen, seguramente tendrán sus preferencias y nos lo harán saber. En este punto la mayoría de familias prefieren portabebés que no ocupen demasiado en el bolso (allí pasarán mucho rato) y que sean rápidos de poner y sacar ya que suele coincidir con las preferencias de los toodlers.
Aquí nuestros hijos suelen necesitar cada vez menos el porteo como fórmula de apego y contacto, aunque sigue teniendo una función importante para traslados, cuando están cansados de andar, enfermos o quieren teta a medio camino.
Mochilas toodler, bandoleras con soporte y fulares en tallas cortas suelen ser los predilectos.
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Quiero recordar que estas premisas sobre porteo ergonómico son orientativas, existen otros factores que pueden hacer que un portabebé sea o no sea ergonómico, un uso correcto es importantísimo, aunque un fular sea un portabebé perfectamente óptimo para un recién nacido, dejará de serlo si no se hace un buen uso de éste.
Los portabebés ergonómicos son relativamente fáciles de usar y solo necesitan un poco de práctica, llevamos casi toda la historia de la humanidad porteando a nuestros hijos, la diferencia es que se ha perdido la memoria de su uso y la transmisión de generación en generación en gran parte del mundo, así que antes de su uso y/o compra, será importante que estemos bien informados y nos dirijamos a una asesora de porteo de confianza si tenemos dudas.
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8 comentarios en «PORTEO ERGONÓMICO Y MADURACIÓN PSICOMOTORA»
Excelente artículo. Actualmente se ha puesto «de moda» el porteo y lo cierto es que, a diario, vemos casos en los que la postura no es la adecuada. Muchas gracias por la información. Éxito!
Muchísimas gracias!
Hola
Mi bebe tiene cuatro meses y he estado llevándolo en un porteador poco recomendable, me siento fatal ?
Me gustaría comprar uno adecuado y que le vaya bien pero no tengo ni idea.
Me puedes aconsejar cual comprar?
Muchas gracias
Hola Isa, muchas gracias por leerme! Antes de nada, no te sientas mal y despréndete de esa culpa, no podemos culparnos por lo que no sabíamos ni por no saberlo todo ni por no estar al quite de todo, somos humanas! Quédate con lo bonito y lo más importante, que has llevado a tu bebé cerca y eso es lo que realmente necesita. Y ahora que tienes más información puedes buscar un portabebé más óptimo. Genial!
Sobre cuál comprar, así a bote pronto, prefiero no aconsejar por aconsejar a no ser que sean preguntas más puntual. En términos generales ya hablo en el artículo, pero para lo que tu preguntas haría falta una asesoría donde conocer realmente las necesidades de tu bebé en particular así como las tuyas o vuestras. De dónde eres?
Hola!
tengo un bebé de 3 meses ahora, y la verdad es que lo llevo siempre en el carrito, pues desde el ultimo mes de embarazo tengo un lumbago que aún no ha desaparecido del todo, y además otra bebé de dos anhos que también quiere atenciones de bracitos,
así que aun no me he echado al porteo con este segundo hijo,
pero mi pregunta es la siguiente; mi bebé tiene ahora 3 meses y una pequenha diferencia entre el ángulo alpha de la cadera izquierda con la derecha. La derecha tiene 62 grados de ángulo mientras que la izquierda solo 60. No es una diferencia que justifique un tratamiento, pero es una diferencia y el medico ha dicho que debemos vigilar la evolución de sus caderas. Y mi pregunta es: sabes si el porteo puede tener algún beneficio en este sentido? en el buen desarrollo de los ángulos de encaje entre la cadera del fémur y la pelvis en el bebé?
gracias!
Hola África, gracias por leerme y por escribir! Estaba haciendo unas consultas sobre el caso que me comentas y efectivamente un porteo ergonómico y más allá de lo puntual puede ayudar en un encaje más óptimo de la cabeza del fémur en el acetábulo de la cadera. Eso sí, para estos casos se recomienda porteo a la cadera y en fular o bandolera, de forma que no se fuerce la apertura y se pueda ajustar el portabebé de forma precisa. Siempre con seguimiento con el especialista, como ya imaginarás.
Dadas tus circunstancias creo que valdría la pena que contratases una Asesora de Porteo Ergonómico que pueda darte las indicaciones necesarias para la posición y el ajuste óptimo de este caso en concreto. Ya sea yo misma (que estoy formada también en Porteo con Necesidades Especiales) u otra asesora de confianza que también esté formada para abordar este tipo de casos.
Además, con un hermano mayor el porteo siempre es un gran recurso. Piensa que un porteo consciente con tu cuerpo no tiene por qué empeorar tu lumbago (puede que hasta se pase) ya que seguramente vas a coger igual a tus hijos, y si tienes dolor de espalda, más confortable y con menos impacto en tu cuerpo con portabebés que «a pelo» 😉
Espero haber resuelto tus dudas o alguna de ellas. Felicidades por tu maternidad y cualquier cosa no dudes en contactarme. Un abrazo!
Hola, yo uso fulard desde que mi bebé nació y era una maravilla le encantaba, dormía súper bien y fácil, podía pasar horas pegadita a mí. A conforme comenzó a crecer sobre todo a los 3 meses comenzó a ya no gustarle. Al querer ponerla comenzaba a llorar y a estirarse. Ahora tiene 4 meses. La pongo y está bien por unos 20 minutos máximo 40 es una bebé muy curiosa y quiere ver todo, moverse, estirarse. Sobre todo le molesta tener los brazitos metidos adentro sin poder moverlos. No logra tener una postura adecuada. Yo siento que su espaldita queda muy recta no la encorba por lo que a mi no me facilita hacer cosas cuando la tengo ahí.
Tomamos clases de baladi mamá-bebé y bueno ya casi al final comienza a llorar, querer salirse, estirarse, sobre todo cuando tiene sueño no logra quedarse dormida. Yo veo a las otras mamás con sus bebés más peques y más grandes y todos tranquilos y mientras bailan se quedan dormiditos con una facilidad.
Será que estoy haciendo algo mal, hay algunos bebés que no les gusta el porteo, puede que ya no sea portabebé adecuado para ella?
Gracias!
Hola karicia, esto que comentas no es tan raro, no es usual pero tampoco es que no ocurra. Dices que porteas desde que nació y que empezó más tardé así que no sería un problema de «adaptación» que es más común de lo que se piensa. En tu caso hay que abordar el problema desde distintos ángulos. Por un lado hay revisar el portabebé y la posición, ver el tipo de nudo, si hay que pasarlo a la cadera, cómo dejar los brazos por fuera… Por otro lado hay que abordar el tipo de dinámica que se ha ido estableciendo y que provoca este malestar (el echo de que fuese a los 3 meses podría coincidir con una crisis de lactancia si es que toma el pecho) luego hay que ver cuando se queja de qué se queja y qué provoca el malestar, puede ser des desde que necesita moverse a que el nudo no le es cómodo a que ya asocia el portabebé con una situación de malestar.
En todo caso antes de decir que a un bebé no le gusta ser porteado, hay que revisar bien cómo se están dando las dinámicas y qué trabajo podemos hacer para que vuelva a sentirse cómodo siendo porteado. Evidentemente hay niños que lo necesitarán más que otros y no todas las relaciones a través del porteo se dan de la misma manera, pero seguramente lo que comentas tenga solución. Es el tipo de motivos por el que hago muchas asesorías de porteo 🙂