Fular de Fiada Obradoiro (tejido a mano) en telar de bajo lizo. Tafetán de lino al 60% y algodón al 40%. 290gr m2 aprox.
Hace poco tuvimos la oportunidad y el honor de poder probar el primer fular tejido a mano en España. Un fular tejido en Fiada Obradoiro, un pequeño taller artesanal en un municipio no muy grande de A Coruña, Carral, donde Pili e Hipólito tejen con fibras naturales en telares de bajo lizo. Algodón, lino, seda, lana, alpaca… con los que hacen distintas prendas y ahora también unos fulares de lino y algodón a los que han llamando Al-lín.
Este fular artesano tiene una bonita historia. Una historia que tiene que ver con la gente que lo ha gestado y lo ha hecho posible. Un proceso lleno de cariño y ganas de hacer las cosas de forma diferente y con una consciencia puesta en las relaciones, la proximidad y la responsabilidad con el medio y el entorno.
La idea surgió de Ana de Vilatuxe, una madre porteadora y mujer comprometida con formas de consumo y producción éticas y sostenibles. Ana es de esas personas que se preguntan de dónde vienen las cosas, cuál ha sido su proceso, quién lo ha hecho, con qué materiales, de qué manera… Preguntas, creo, que deberíamos hacernos todos más a menudo. En España no había hasta la fecha ninguna producción de fulares, ni artesanales ni de ningún tipo, y Ana pensó que podía ser una hermosa idea contactar con algún artesano que les tejiese un fular para su grupo de porteo y a su vez poder crear sinergias. Así fue como en esta búsqueda encontró a Pili e Hipólito (o Polo).

En el taller estuvieron viendo distintos fulares de distintos tejidos, densidades y composición. Mercedes de Colo de Trapo (no dejéis de visitar su blog), Yolanda y Raquel, también madres porteadoras y mujeres generosas, les prestaron sus mejores joyas en esta inmersión de los fulares portabebés en el Fiada Obradoiro. De ahí nació el fular artesanal Al-lín y la iniciativa de ponerlo a viajar por distintos puntos de España, una viaje que a día de hoy sigue su andadura. El fular estaba y está en ruta para ser probado por distintas familias porteadoras.
No lo íbamos a tener más de una semana en casa, así que para tan especial ocasión nos fuimos a dar una vuelta por Ciutat Vella, concretamente a los Jardins de Rubió i Lluch. Si aún no conocéis este encantador lugar os lo recomendamos efusivamente. En este Jardín interior se encuentra también Escuela de Bellas Artes Massana, la Biblioteca de Catalunya o el Institut d’Estudis Catalans entre otras cosas.
Es un lugar ideal para un picnic rápido si buscáis un lugar reposado para comer algo que hayáis adquirido por alguna tiendecita de los alrededores o simplemente para daros un respiro si estáis callejeando por Ciutat Vella. También en esta plaza jardín del S. XIV podéis encontrar el bar-terraza El Jardí donde hacen un café y una
tarta de manzana casera deliciosa. Els Jardins de Rubió i Lluch es de esos lugares que te sacan fuera de lugar y solo recuerdas que estás en Barcelona por la gran diversidad de público y ocupantes del espacio que presenta. Una verdadera postal de La gran ciudad que cantaba Gato Perez.
Paseantes que hacen una parada para comer, para descansar, pasar el rato en un banco, quedar, charlar, leer algún libro sacado de la biblioteca o campamento pirata. Recomiendo algún rincón tranquilo para ver la vida pasar.
En cuanto al Fiada Obradoiro, tema principal que nos ocupa, es un fular con carácter. El tramado del tafetán le da mucha textura y eso le proporciona un magnífico agarre. Al tacto es un fular grueso y esponjoso sin ser caluroso (verano en Barcelona), un poco duro de ajustar pero una vez puesto no se mueve nada y tiene un magnífico soporte.
Al fular le dimos un montón de trote, arriba y abajo, vueltas, escaleras y una gran siesta. Aguantó sin tener que reajustar en ningún momento y eso que mi hija es una toddler que ya va para los 12 kilos y es de las que no se está quieta ni porteada…
El Fiada Obradoiro que nos llegó a casa para probar era en color natural, sin teñir, y a nosotros nos gusta así, en ese blanco roto que combina tan bien con todo. Sobrio, discreto y elegante. Aunque con carácter como ya he comentado, mucho carácter. A la vista, al tacto y en su uso. El fular que probamos tenía un ancho de unos 70cm y un largo de 5,30m.
A nosotros nos llegó ya con bastante uso, pero parece ser que no necesita mucha doma y nunca estuvo tieso. Es un fular un poco duro de ajustar, no podemos olvidar que tiene un 60% de lino y mucha textura, pero por contra y como ya he comentado, eso le ofrece mucho soporte y un buen agarre. Una vez puesto no se mueve nada de nada.
Pili y Polo han hecho un gran trabajo con esta envoltura de bebés, se nota el trabajo bien hecho y las manos artesanas que ya han tejido mucho. Como ellos dicen, además de la calidad de esta artesanía, encontramos un Obradoiro con una política clara, cito de su web:
«En el año 1993 iniciamos la andadura de este taller artesanal como respuesta a un modo de entender el trabajo. El trabajo, no sólo como medio de subsistencia, que también, sino como medio de crecimiento personal y de cooperación con el resto de la naturaleza. Así, la prioridad para la CREATIVIDAD, la EXPRESIÓN, la COMUNICACIÓN… Realizar la obra de principio a fin y así poder gozar pensándola, ejecutándola y viéndola terminada.»
Este también es el carácter del primer fular español tejido a mano, las de unas manos artesanas que cuidan el trabajo de principio a fin, con dedicación, cariño y responsabilidad. Un fular con una historia de sinergias, de personas que desean y trabajan por un mundo de relaciones cercanas, amables y en responsabilidad con el medio y la naturaleza. Una historia atravesada por la maternidad y la crianza.
Si queréis el vuestro lo podéis encontrar en su web. De la talla 4 a la 7 y en versión bandolera (ahora que mi hija ya casi no quiere fular esa bandolera me tienta una barbaridad). También los podéis encontrar en Facebook como Fiada Obradoiro y ver allí los trabajos que van realizando: chales, ponchos, camisas, bufandas… y fotos de los telares y el proceso.
Para nosotros ha sido una hermosa oportunidad la de poder probar un fular que ha sido gestado con tanta ilusión y ¡el primero!
Mis más sinceras felicitaciones a Pili y Polo. Os deseo mucha suerte en el camino y que vuestras manos sigan dando tan hermosos frutos. Un placer encontraros junto al resto de hermosas mujeres en este camino de crianza, maternidad y tejidos.