Aquí partimos de la idea de que los infantes tienen voluntad y deseo de comprender y entenderse, pensamos que cualquier bebé/niño/a puede disfrutar de la relación con los demás (otros infantes y adultos) cuando esta es una relación respetada, cuidadosa y a la medida de su madurez y sus capacidades.
¿Cómo dotamos entonces de recursos a los infantes para poder manejarse y gestionar las relaciones con los demás?
La mediación del adulto aquí es crucial para dar salida a las diferentes situaciones difíciles y algo que decimos constantemente es que el adulto no debe actuar de juez ¿pero nos lo creemos de verdad? ¿lo actuamos?
¿Qué pasa cuando un infante le quita un juguete a otro? En la mayor parte de ocasiones la respuesta es «devuélveselo». ¿Existe otra respuesta? ¿Cómo va a aprender entonces que no quitamos los juguetes de las manos? ¿Cómo educamos en unos valores determinados sin hacer de jueces y tomar parte?
Pongamos que tenemos al niño A y al niño B de 20 meses jugando con las mismas piezas uno al lado del otro y vemos que algunas van y vienen de sus manos. A coge una pieza a B, B recoge otra igual del suelo y A vuelve a cogerle otra vez la pieza. ¿Qué hacemos?
Podemos simplemente acercarnos, recoger las piezas dispersas, volverlas a presentar y decir «aquí hay más piezas» colocándolas al alcance de uno y del otro.
En esta acción y con estas palabras el adulto no hace de juez pero está dando una salida que es comprensible y será reproducible por ellos. Nuestro interés no está en el objeto u los objetos, está en dar salida a las situaciones difíciles haciendo propuestas que ellos puedan decidir coger o no coger.
El infante necesita recursos y proposiciones que ofrezcan una salida positiva a la situación sin sentirse juzgado ni etiquetado.
¿Pero había conflicto? No, no había conflicto, ¿por qué esperar a que haya conflicto? Las actitudes, normas y valores no se educan solo cuando hay problemas, es entonces cuando acabamos haciendo de jueces y apaga fuegos, y estar todo el día apagando fuegos es agotador y no ayuda a devolver la paz del grupo o del hogar.
Esto es lo que Paco Cascón en «Educar en y para el conflicto» llama provención, que no es solo prevenir el conflicto, es trabajar las herramientas que nos permitirán gestionar los futuros conflictos, entendiendo que el conflicto es inherente al ser humano y sus relaciones.
Otra cosa que debemos preguntarnos es ¿sacamos las cosas de las manos a los infantes? ¿Si nosotros/as les sacamos las cosas de las manos qué les estamos enseñando? ¿qué situaciones hay realmente peligrosas en la que debamos sacar algo de las manos? ¿qué mensaje les estamos lanzando cada vez que le sacamos algo de la mano a la fuerza ya sea tirando, abriendoles los dedos o acorralándolos sin otra salida? ¿qué posibilidad real tienen ahí de integrar la norma y formar parte?
¿Convertimos cada situación difícil en una lucha de poder? ¿nos erguimos jueces y parte en cada situación de conflicto entre infantes?
Evidentemente hay herramientas no violentas como poner una mano en medio de un tironeo o inmovilizar un objeto que es importante que nos devuelvan, pero si estas herramientas siguen sirviendo para hacer de jueces o ganar batallas estériles de poca ayuda nos servirán, es importante que en primer lugar nos preguntemos sobre nuestro papel de adultos, ¿qué papel queremos tener? ¿qué tipo de relación queremos construir?
Cad situación de conflicto es única y será tarea del adulto decidir cómo actuar en cada ocasión, en qué grado y de qué manera, puede ofrecer más materiales, puede ofrecer una alternativa a esa actividad (sin imponerla), puede narrar la situación para ayudar a que se comprendan y/o poner una mano en medio si lo ve necesario, pero hay algo que está claro, todos los bebés/niños y niñas merecen que el adulto esté de su parte, merecen ser apoyados, comprendidos y sostenidos, todos ellos merecen sentirse buenos en todo momento y que el adulto sea un apoyo para encontrar la salida a cada nueva situación, dotando al infante de recursos comprensibles para que pueda sentirse competente y capaz, así como poder vivir las relaciones de forma positiva y con alegría.
2 comentarios en «La tarea del adulto en las situaciones difíciles o3»
En la guarde de mi nene, les dicen «A, con ese juguete estaba jugando B primero, así que por favor, busca otro para tí»… y me encanta!
Me gusta la frase que propones porque da una salida al infante, y no sé si lo hacen, pero en este caso añadiría el ofrecerle otros materiales (la proposición por sí sola puede no ser suficiente) o como comento en el artículo, ofrezco directamente otros materiales, sería una forma sutil de decir también que ese material lo tiene B pero existen más opciones para él.
En estas edades me parece importante ofrecer soluciones que sean comprensibles y accionables.
Muchas gracias por tu aportación!