BEBÉS, NIÑOS Y NIÑAS TIENEN DERECHO A PODER VIVIRSE BUENOS
Poner límites de forma positiva y constructiva es una de las tareas más difíciles a la que nos enfrentamos todas aquellas personas que tenemos infantes al cargo. Partimos de la idea de que los infantes tienen voluntad y deseo de comprender y entenderse, pensamos que cualquier bebé/niño/a puede disfrutar de la relación con los demás (otros infantes y adultos) cuando esta es una relación respetada, cuidadosa y a la medida de su madurez y sus capacidades.
Existen herramientas no violentas que podemos aprender, pero si estas herramientas siguen sirviendo para hacer de jueces o ganar batallas estériles de poca ayuda nos servirán, es importante que en primer lugar nos preguntemos sobre nuestro papel de adultos, ¿Qué papel queremos tener? ¿Qué tipo de relación queremos construir?
También sabemos que cada situación es única y será tarea del adulto decidir cómo actuar en cada ocasión, en qué grado y de qué manera: puede ofrecer más materiales, puede ofrecer una alternativa a esa actividad (sin imponerla), puede narrar la situación para ayudar a que se comprendan y/o poner una mano en medio si lo ve necesario, pero hay algo que está claro, todos los bebés/niños y niñas merecen que el adulto esté de su parte, merecen ser apoyados, comprendidos y sostenidos, todos ellos merecen sentirse buenos y que el adulto sea un apoyo para encontrar la salida a cada nueva situación, dotando al infante de recursos comprensibles para que pueda sentirse competente y capaz, así como poder vivir las relaciones de forma positiva y con alegría.
Estrategias, herramientas y reflexiones para una socialización no violenta y la integración de normas y límites sin castigos gritos ni chantajes. 4 horas de formación para transformar nuestra mirada para un acompañamiento cotidiano vivido con alegría y que apoye a bebés, niños y niñas a encontrar su lugar en el mundo desde una relación verdaderamente aseguradora.